Para los que no sepáis qué es un beaterio o beguinaje, se trata de desde casas agrupadas en torno a un patio, hasta pequeños barrios donde residían mujeres solteras, beguinas, muchas de clase acomodada. Estas beguinas no eran monjas. No pertenecían a ninguna orden religiosa, pero sí hacían los votos de castidad y obediencia. Pero no el de pobreza: las beguinas podían adquirir todos los bienes y los ingresos que desearan. Se ganaban la vida bordando, cosiendo, lavando ropa o trabajando como maestras de escuela o enfermeras. Las mujeres que entraban en el beaterio pasaban su primer año recluidas en un recinto común a modo de convento, para luego ya tener su propia vivienda, donde vivían solas o acompañadas por otra beata.
El de Lovaina es de los más grandes y bien conservados que existen y es así de bonito.